Patxi V. Fano
“Dibujar es un don de Dios que me ayuda a expresarme”
Nacido en Oviedo en 1973,
desde los 17 años reside en Málaga, donde contrajo matrimonio con Susana y
nacieron sus tres hijos, Judith, Javi y Ángela. Estudió magisterio y
psicología. En la actualidad, ejerce la docencia en el Colegio María de la O,
de la barriada malagueña de Los Asperones, donde desempeña la tarea de
director. Pertenece a una comunidad cristiana, “María de Nazaret”, de la
Parroquia de Santa María de la Amargura. Su labor pastoral la desarrolla como
catequista en la barriada donde está enclavado su colegio, en la que, además,
realiza voluntariado de Cáritas. Su manera de expresarse es a través de sus
dibujos que, semanalmente, aparecen en el boletín “Diócesis” y en la página web
de la Diócesis de Málaga .Colabora también con otras
diócesis y realiza carteles para los congresos nacionales de asma. Vive su
faceta de dibujante como una vocación y un servicio. Junto al dibujo, su
vocación se completa con el servicio a los pobres. En 2011 ha publicado “El
álbum de Javi”, un cuento para evitar la exclusión de los menores.
- ¿Cómo comenzaste a dibujar?
Empecé haciendo carteles para
campamentos y catequesis. Los más conocidos son los dibujos en el boletín
“Diócesis” y en la web diocesana. He realizado logotipos para la Delegación de
Catequesis, para Pastoral de Juventud…
- ¿Qué es para ti el dibujo?
Considero que el Señor me ha dado un
don, por lo que el dibujo se convierte en una manera de expresarme. Dibujo
incluso cuando doy clase. Es un regalo de Dios que me recuerda la parábola del
grano de mostaza, que siendo pequeño se hace muy grande. Dibujo en un cuarto
pequeño de la terraza de mi casa. Mis dibujos son una levadura invisible. Son
muy de Dios porque surgen de un proceso de oración. Luego me escriben de
Uruguay, de Perú, de México… diciendo que los han utilizado. Internet, que se
creó para una cuestión militar, se ha transformado en un medio muy válido para
que llegue la Palabra de Dios a todos los lugares.
- Acercarte a la figura del padre
Damián, ¿qué ha supuesto para ti?
Para mí, el misterio cristiano que
más me impacta es el de la Encarnación: encarnarse en la realidad del dolor y
de los pobres. En Damián veo esa capacidad para asumir al que tiene hambre y
pasa sed. Vivió el octavo sacramento: el sacramento de los pobres. De pequeño
vi la película “Molokai” y se me quedó grabada, de ahí que le tenga un cariño
especial a Damián. Siempre me ha llamado la atención la inculturación del
Evangelio, el hecho de que Jesús se encarne en los pobres, como hizo Damián.
- ¿Cómo son tus dibujos?
Una vez le dije a un cura que mis
dibujos tenían pinta infantil. Me dijo que lo que entienden los niños, lo
entienden los adultos. Y creo que llevaba razón. No me siento dibujante. Creo
que tiene más valor el significado de mis dibujos, a dónde lleva ese
significado, que el dibujo en sí. Diría que son dibujos sencillos que
transmiten algo profundo, con colorido y vida. Tienen una intención que se ve
claramente, por ejemplo, en el uso de los remiendos, la paloma… Nacen de la
oración. Forman parte de un proceso de oración personal. Muchas veces me
extraño, cuando pasa el tiempo, de que haya podido hacer tal o cual dibujo y
que eso se me haya ocurrido a mí. Me siento co-autor, porque sé que esto es un
don de Dios.
GALERÍA